miércoles, 15 de julio de 2009

El mundo Reebok

Algo tan simple como encender la tele y dejarse llevar. Seguir el ritmo y guardarse la vergüenza ajena de la Diosa del Regetón. Llorar junto con la estrella que nace, gana, da autógrafos, no se reproduce y desgraciadamente no muere. Escuchar el derecho de respuesta de Miss sub- desarrollo, la miss que no sabía que la Madre Teresa había muerto y fue tanta la presión que terminó por hacer películas porno. No indignarse por el cura estafador que encontró trabajo más rápido que la efectividad del Plan Escudo. Prepararse unas palomitas de maíz para ver los sucesos y respirar con tranquilidad porque el puñalazo fue en Rincón Grande de Pavas, porque la balacera fue en Los Cuadros, porque la viejita que agarraron vendiendo crack no era nuestra abuela. No encontrar diferencias entre el programa de los Teletubbies y el juicio Caja- Fishel. Entender el mismo chiste mirando Chespirito o la entrevista al ex secretario de la OEA. Trasnochar para ver algún programa interesante (siempre indiferido) en el SINART. Sucumbir ante la inefable lepra de los debates políticos que, a estas alturas del partido, hacen que la tele se apague en los hogares que no piratean la televisión por cable.

Algo tan simple como abrir un periódico y quitarse los zapatos. Mirar la foto, sin lupa en mano, de la candidata a la presidencia abrazada con aquél famoso pillo, sí como no, el del memorándum. Escrutar, paso a paso los avances de la nueva autopista a Caldera, y entender ahora sí, que si optamos por la nueva ruta: hay que abonarle la quincena entera al César, si optamos por la antigua ruta: pedirle a dios que no vayamos muchos come huevos por el Cambronero o el Aguacate hacia los carnavales del Puerto. Saber que Mafalda es la más coherente de todas las columnas y no decírselo a nadie. Tener envidia de la farándula nacional porque va a Miami a broncearse la celulitis. No entender como en las playas de Guanacaste te venden una salsa Lizano en dólares. No entender que al equipo campeón del futbol nacional lo patrocine el ICE. Darse cuenta, tarde, que los horóscopos, al igual que la comparsa del gobierno, nunca dicen la verdad. Entre la gripe porcina y los anuncios de líneas calientes dejaron sin espacio al doctor corazón, el sabio del pueblo. Ver fotos a color de los tugurios y en la parte inferior de la foto las ofertas de excursión a Europa y a Golfito.

La clase media se está convirtiendo en élite y abarrota las casas de empeño. La clase baja es la sub élite de la clase media y abarrota las casas de empeño. La clase alta es la dueña de las cadenas de las casas de empeño. La ultra derecha del país juega pulso chino con la ultra izquierda. Un Gobierno ambidiestro que por una lado ayuda al rico, y por el otro, ayuda al más rico. País del” si dios quiere” y camisas del Che Guevara. Paisito de iglesia protestante y diezmo para el BMW del pastor. Paizote en vías de desarrollo para las transnacionales y sicarios de corbata. Pueblo que duele y sangra. Pueblo de hemorragia interna y combos de inseguridad social. Lugar de femicidios y ferias del agricultor donde pedimos rebaja.

El Mundo Reebok hace que nos movamos, pero no sabemos hacia dónde. La única felicidad que se me ocurre es que clasifiquemos a Sudáfrica 2010 porque G W Villalobos no va a resucitar. Y tal vez, que salga un concurso de karaoke, para premiar al pobre que mejor cante el himno nacional; eso sí, que Camilo Rodríguez y la Vaquita Lula sean los presentadores.

A solas con el mundo *



La carne cubre al hueso
y dentro le ponen un cerebro,
a veces un alma,
las mujeres arrojan jarrones,
los hombres beben demasiado,
y nadie encuentra al otro;
la carne cubre al hueso y
la carne busca algo más que carne.

No hay ninguna posibilidad;
estamos todos atrapados
por un destino singular.

Los tugurios se llenan
los vertederos se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
las tumbas se llenan,

Nada más
se llena.



*Charles Bukowski (Alemania 1920- EEUU 1994)