lunes, 19 de febrero de 2007

Los Borrachos

Los borrachos
suben las gradas de la iglesia de dos en dos
las bajan de espalda
en un solo brinco
al caer al caño acurrucan sus caras hinchadas
y se duermen
se duermen con el hedor enfermo
maldiciendo sus bolsillos

los borrachos cuidan carros
a la hora de la misa
destilan la limosna
la esperanza
y todos sus candados

nunca gritan en la calle
se esconden de las procesiones
esperando que un meteoro
les abra la garganta

y a la hora de la muerte
los borrachos no lloran
esperan la última lluvia
con la boca abierta
ahorcando palabras
sobre una noche delgada.