lunes, 12 de noviembre de 2007

Salud Poeta

El Grupo Libertad Bajo Palabra presenta:

SALUD POETA !

con:

Juan Antillón
Alejandra Solórzano
Ricardo Marín
Axel Noffal

Presentados por Billy Saenz Patterson

MARTES 13 NOVIEMBRE 8PM
PIZZERIA LA MINERÍA
Barrio Escalante De Intensa 100 Este y 25 Sur (en la línea del tren)Reservaciones (porque el sitio es pequeño):372-67-37

miércoles, 24 de octubre de 2007

Instantáneas (Calle 155)

Uno. La noche se agita como la suiza de un boxeador.

Dos. En las gradas de la iglesia los Chorbis invitan a su ángel de la guarda al Bazuco, a la pacha.

Tres. El travestido, ahora pelirrojo, se sienta en una banquita del parque, saca de su cartera el espejo; define sus labios y ahora son rojos como una capota de torero.

Cuatro. La Viagra y la vacuna contra la gripe tienen un 20% de descuento en la farmacia, pero ese adulto mayor viene solo por Famotidina.

Cinco. En el Palacio Municipal, mientras parte del Consejo bosteza en la sillita del pueblo, le explican a una funcionaria que el rock también puede ser cultura, aunque sus oídos, definiblemente incapaces, aclarativamente analfabetos, no hacen otra cosa que escuchar el vals de la ignorancia. (Las disculpas del caso a Morrison, Mercury, Lennon, Cat Stevens, Capmany, Kiss, Viet Com, Pink Floyd U2, etc.)

Seis. De las tres, una llevaba enagua. Entre taxistas, chanceros y varios lobos transeúntes soplaron y soplaron. Pero por la acera no hubo calzones, ni cuento, ni nada.

Siete. Frente a Pachi’s, el niño de las melcochas espera a su padre alcohólico. Mientras, ve pasar su infancia en unas monedas que no le pertenecen.

Ocho. Un perro mueve la cola en el mostrador de Pollos Pío Pío. Entre patadas y rechazos encuentra un hueso en la acera. Y no hay nada de extraordinario en esto, como tampoco en el corazón dibujado sobre el vidrio empañado de un autobús que pasa.

Nueve. ¿A quién se le ocurre virar a la izquierda en la licorera Malex? Que lo diga el conductor con una Pilsen en la mano, el policía de tránsito evadiendo el soborno, la moto sin marchamo arrugada en el asfalto.

Diez. La noche se agita como las piernas de un mal boxeador. Juraría que es Noche Buena, si fuera un villancico y no la cumbia de Jikiros el ritmo que duerme al borracho en el caño.

miércoles, 3 de octubre de 2007

Regresión

Es una mañana de un año que no recuerdo. Desde mi cama, siento el calor de la cocina de leña, la tos de mi abuela soplando los tizones atraviesa las paredes de esta casa vieja. Con la ayuda del radio de transistores, mi abuelo tararea a Agustín Lara, pasa frente a mí con ese paso de tren con asma a punto de descarrilarse, recoge el pan que amanecía, militarmente, colgado a un clavo de la puerta del corredor todas las mañanas, vuelve a pasar frente a mí, me doy cuenta de que en la otra mano lleva la bacinilla, mi regalo antagónico para un día del padre. Miro hacia el cielo raso, el miedo de derrumbe no existía en este tiempo, sólo un poco de comején y los fósiles de algunos zancudos crucificados con la sandalia de mi madre. Todavía se percibía en el cuarto su perfume, su olor a talco, todavía estaba tibio su lado de la cama, porque dormir con mi madre no era cuestión de vanidad de hijo único, digamos mejor, por problemas de hacinamiento. Seguramente, al partir, me dio un beso en la frente, salió de la casa, rumbo al trabajo, pensando en sus ojeras y mi tarea de religión (San Francisco de Asís); seguramente pasó a la pulpería Gran Chaparral y pagó la deuda de la melcocha (siempre sin premio), del betún de mi abuelo, de la mortadela con gordo, de la cena anterior. Siempre fue un arma de doble filo pedir fiado en el Gran Chaparral, que lo diga aquella niñez con tendencia a la obesidad.

Sigo en el letargo de la cama. Debe de ser sábado. El vecino lava su Datsun 120 con Jhonny Ventura como banda sonora, el escándalo se esparce por todo este barrio, barrio bajo con proyección a clase media. Me gusta Lily, pienso, la hija del dueño del Datsun, aunque coma mocos, aunque regaló mi papalote, aunque colecciona cabezones, aunque, hasta la fecha, no me dé pelota, me gusta Lily. Abro la cortina que da a la calle y, tras la ventana, miro a toda esa familia enjabonando a ese dinosaurio destartalado, envidia de los vecinos. Lily anda en short y una camisa de My Lilltle Pony heredada de su hermana que, pronto hará la primera comunión (ella no comía mocos pero no era Lily) y antes que se le suelte una de las colas, se mete un dedo a la nariz, se lo saca y se traga un moco, me gusta Lily, cierro la cortina.

Enciendo la tele por pura inercia de mis limitaciones pensativas. Sí, debe de ser sábado. Antes de que la imagen a blanco y negro aparezca, la música de Recreo Grande empieza a sonar. Tía Flory nunca me infló tan siquiera un globo de imaginación, ¿por qué ves esas pendejadas?, dijo mi abuelo, no supe qué decir y empecé a comerme las uñas, primero la del meñique, luego la del pulgar, ¿por qué putas te comes las uñas?, me vuelve a preguntar. Al tiempo, comprendí que mi abuelo siempre fue un hombre de preguntas y no de respuestas, un hombre para recibir abrazos y no para inventarlos. Vuelvo a la tele: Tía Flory y su varita mágica, su voz más que impostada, fingida. Imagino a la Tía Flory luchando en Glow, dándose de panzazos con Matilde la Grande, o de sillazos con la Española Roja, o ligándose al Hombre Selvático mientras llega mi abuela al cuarto diciendo que el desayuno está listo. Apago la tele decepcionado de la Tía Flory.

No quiero moverme de la cama. Tengo costras del partido de ayer en una pierna y no anoté. Regresa mi abuelo aún con la bacinilla en la mano, -estás muy huevón pa estar durmiendo todavía, levántate, la vieja ya hizo el desayuno-. Sin uñas, pero con costras, me siento a la mesa. Mi abuela maldice a Ringa, la perra, en un idioma ajeno para mi edad, mi abuelo reza frente al gallo pinto, dando gracias a un ser que nunca nos ha guiñado el ojo, el calor de la cocina de leña sonroja a mi abuela o eso quiero creer. Comemos en silencio, como buscando un adjetivo para sobrevivir al día, -El amor no se compra ni se vende- canta Memo Morales en la radio. Desde el comedor, escucho la risa de Lily y ahora soy yo quien se sonroja.

Es una mañana de un año que verdaderamente no recuerdo. Una mañana hace más de dos décadas, en una casa vieja sostenida por los recuerdos , como hoy.

lunes, 11 de junio de 2007

MIERCOLES DE POESIA.


Miércoles 13 de junio 7 y 30 pm

Li Saénz y Ricardo Marín

CASA CULTURAl AMÓN
(250 norte del hotel Aurola Holiday Inn)
Entrada gratuita.
Tradicional vasito de vino.
¡LEA POESÍA: PURA VIDA!!!

miércoles, 30 de mayo de 2007

GORY

Cuando llego a la casa tu estás ahí
y amarramos los sueños…”
Víctor Jara

Bart Simpson y Chespirito
saben hacerle sonreír mejor que yo

el reporte escolar y el delirio futbolista
están en sus días como
un recreo agridulce
2 goles de zurda en un domingo asoleado
sin entender aún las leyes del acento

se enamora de las niñas mayores
-mal de sangre- dice el abuelo

el castigo lo toma
entre el cereal azucarado
y las divisiones con decimales

cuando despierta
su voz ronquita es
un dinosaurio rebotando por la casa

pero silencio por favor

silencio

que nuestro goleador duerme.

lunes, 28 de mayo de 2007

Transpirar, no Inspirar

ELEGÍA MODERNA DEL MOTIVO CURSI

No sé lo que tú piensas, hermano, pero creo
que hay que educar la Musa desde pequeña en una
fobia sincera contra las cosas de la Luna,
satélite cornudo, desprestigiado y feo.

Edúcala en los parques, respirando aire libre,
mojándose en los ríos y secándose al sol;
que sude, que boxee, que se exalte, que vibre,
que apueste en las carreras y que juegue hand ball.

Tú dirás que el consejo es pura «pose», ¿no es eso?
Pues no, señor, hermano. Lo que ocurre es que aspiro
a eliminar el tipo de la mujer-suspiro,
que está dentro del mundo como un pájaro preso.

Por lo pronto, mi musa ya está hecha a mi modo.
Fuma. Baila. Se ríe. Sabe algo de derecho,
es múltiple en la triste comunidad del lecho
y dulce cuando grito, blasfemo o me incomodo.

Por otra parte, cierro mi jardín de tal suerte
que no hay allí manera de extasiarse en la Luna.
(Por la noche, el teatro, el cabaret, o alguna
recepción…) Y así vivo considerado y fuerte.

Nicolás Guillén.
De: Poemas de transición, 1927-1931.

lunes, 9 de abril de 2007

Encuentro Centroamericano de Escritores en Costa Rica

IV Encuentro de Escritores Centroamericanos "Jorge Debravo in Memoriam". Del 11 de Abril al 14 del Abril del 2007.Costa Rica.

Lectura en el Bar Uranos en San Pedro de Montes de Oca,Kaffa Café en Coronado, Bar Rancho Alegre en San José, Teatro de la Calle 15, Alajuela, Cartago y en la Casa de la Cultura del Tec en Barrio Amon donde será la inaguración el 11 de Abril a la 6:00 pm. Quedan cordialmente invitados.

JUEVES 12 DE ABRIL
7:00 p.m
CAFÉ KAFFA.
CORONADO.
POETAS INVITADOS:
EUNICE SHADE - NICARAGUA
ERICK AGUIRRE - NICARAGUA

POETAS DE COSTARICA:
BYRON ESPINOZA
EIDA MARTÍNEZ
RICARDO MARÍN


"La Poesía; es ese pedacito de queso
que hay que repartir entre todos los ratones"

martes, 13 de marzo de 2007

Sabana - Cementerio

Antes
que el travestido pelirrojo
ponga su tacón alto en la grada
el chofer con sudor en la frente
rompe el silencio:
"En las gradas no llevo a nadie"

lunes, 19 de febrero de 2007

Los Borrachos

Los borrachos
suben las gradas de la iglesia de dos en dos
las bajan de espalda
en un solo brinco
al caer al caño acurrucan sus caras hinchadas
y se duermen
se duermen con el hedor enfermo
maldiciendo sus bolsillos

los borrachos cuidan carros
a la hora de la misa
destilan la limosna
la esperanza
y todos sus candados

nunca gritan en la calle
se esconden de las procesiones
esperando que un meteoro
les abra la garganta

y a la hora de la muerte
los borrachos no lloran
esperan la última lluvia
con la boca abierta
ahorcando palabras
sobre una noche delgada.

viernes, 5 de enero de 2007

3,2,1,...

Libras de más, brindis por motivos que no recuerdo, el antojo saturado hasta la barbarie con la pierna de cerdo, fiestas en que si se hubiesen dado en otro momento del año carecerían de tanto sentimiento anónimo, abrazos conocidos a desconocidos con un árbol artificial de fondo, televisión de fin de año donde parece que lo único que entretiene a los ticos es: o una silicona moviéndose junto a un cuerpo de mujer o un humor de silicona burlándose de un cuerpo, la voz en Radio Reloj dando el último conteo. En fin, el 2006 acabó al igual que “las vacaciones”. Viene el 2007 tomado por los cuernos. No hay metas aún porque sigo los movimientos de una mujer, y son sus pasos, no los míos, los que me sostienen en este año impar. Hoy, por ejemplo, no existió en la mañana la hora pico y una docena de su nombre preguntaba por el mío.
Aplastada en la calle
manchada de lápiz labial
la colilla del cigarro humea.

Me Afeito Los Viernes

Este edificio tiene
45 puertas, 14 armatostes de aire acondicionado,
25 computadoras que pasan encendidas 8 horas diarias, divididas en:
trabajo, emails cursis, pornografía y música desde el reguetón hasta Mozart,
2 fotocopiadoras- fax- escáner , un horno de microondas que calienta a medias,
32 ventanas que, 3 dan la vista al parque, y por supuesto,
son de la oficina del gerente, miles de hojas blancas donde se puede escribir la mejor poesía del mundo, una obra maestra, o al menos, una obra alumna,
cientos de lapiceros, de los cuales, 5 fueron condenados al basurero por subrayar la palabra amor, cajas de clips multicolores, registros donde los apellidos se transforman en números, un refri donde se guarda parte de la canasta básica, sin oportunidad para congelar deseos y pensar en tiempos mejores, una TV donde el fútbol y las telenovelas del mediodía son las calorías extra del almuerzo, 28 escritorios viejos pero amplios sobre los cuales hay 28 teléfonos y ladran amigo, ladran señal que trabajamos, dos baños por sexo donde hay rollos de papel higiénico como si la mierda, la orina y el sudor no se fueran a acabar, una empleada que limpia, lava, recoge, hace el amor y el 75% del personal desconoce su nombre, archivos, fólderes, calendarios, corbatas, espejos, faldas, anteojos, tijeras y grapadoras que, madres abnegadas las raptan por las noches para hacer las tareas con sus hijos, y al amanecer, cuando nadie las mira, con una cara de inocencia las devuelven a su sitio.
A las 5 en punto de la tarde, todos los empleados salimos por la misma puerta, dándole la espalda a este edificio que, según el último censo, nos aparta del subdesarrollo.